
La Posada El Hoyal es el lugar ideal si te apetece desconectar en pleno Valle de Liébana, en el corazón de Cantabria. A solo 12 kilómetros de Potes y 17 km del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, aquí podrás disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, rodeado de jardines y montañas. Este acogedor hotel de 1 estrella cuenta con una piscina de temporada al aire libre, parking privado gratis y un salón común donde relajarte después de un día explorando la zona.
Con 10 habitaciones dobles y algunas mini suites equipadas con hidromasaje, la Posada te ofrece un trato cercano y unas vistas increíbles al jardín. La arquitectura en piedra y madera preserva el encanto tradicional de la región, y lo mejor de todo, ¡tienes wifi gratis en cada rincón! Con una puntuación de 4,7 sobre 5 en Tripadvisor y buenísimos comentarios de los visitantes, es sin duda un punto de partida perfecto para explorar los Picos de Europa y relajarte en un entorno de ensueño.
Posada El Hoyal
Mapa Ubicación Posada El Hoyal
Dónde se encuentra la Posada El Hoyal
¡Hola, amigos viajeros! Si estáis buscando un lugar donde desconectar y disfrutar de la naturaleza, tenéis que conocer la Posada El Hoyal. Este hotel de 1 estrella, situado en Barrio La Gloria, s/n, 39572 Pesaguero-La Parte, Cantabria, es uno de esos rincones idílicos que te hacen olvidar el estrés del día a día. Imagínate rodeado de montañas y árboles, con unas vistas espectacularmente preciosas. ¡Es como estar en un cuadro!
Nosotros fuimos a pasar un fin de semana y, sinceramente, fue increíble. Desde el momento en que llegamos, el personal fue súper atento y amable, siempre con una gran sonrisa. Una de las joyas es el desayuno; por un precio muy asequible, probamos tostadas de pan de pueblo, mermelada y miel caseras, y ¡no os olvidéis de las empanadillas de carne y el cachopo! Todo un espectáculo, de verdad. Es perfecto para recargar energías antes de explorar.
La Posada tiene un encanto particular. Todo está muy limpio, bien cuidado y con una decoración acogedora. Y si buscáis tranquilidad, este es el lugar ideal. Aquí no solo podéis descansar, sino que también pasamos un rato genial cenando. La comida es tradicional de la región, hecha con ingredientes frescos y de primera calidad. Se agradece, además, el trato cercano del dueño; te sientes como en casa.
Para finalizar, ¿dónde se encuentra la Posada El Hoyal? La tenéis en Pesaguero, cerca de Potes, en un entorno natural que es un verdadero regalo para los sentidos. Sin duda, si estáis pensando en unas vacaciones, ¡repetiréis!
A qué distancia está Potes de la Posada El Hoyal
Si estás pensando en un fin de semana en la Posada El Hoyal, te tengo que decir que es un lugar super recomendable para disfrutar en familia. La hospitalidad que se respira en el sitio es de 10, y no te olvides de saborear su cocina. ¡Te prometo que repetirás! Además, el lugar es realmente bonito y muy bien cuidado. Las habitaciones son cómodas y bastante amplias, lo que se agradece, sobre todo si vas con los peques.
Hablando de la experiencia, una vez pasamos un día allí y fue simplemente estupendo. Te aseguro que el entorno es precioso; no solo la vista, sino también los detalles, desde los árboles frutales hasta las gallinas que andan por ahí. Y las camas, ¡madre mía! Comodísimas. La cena y el desayuno son de otra galaxia, con una atención que hace que te sientas como en casa. En mi opinión, las mejores judías verdes con jamón que he probado están aquí, y eso que he comido en muchos sitios. ¡Y no olvides dejar espacio para el hojaldre de postre! Es todo un lujo.
Si buscas tranquilidad, estás en el lugar indicado. La naturaleza te envuelve, y por la noche no se oye nada de ruido, así que puedes descansar a pierna suelta. La comida es genial y los postres son el broche de oro. Los dueños son súper amables; te reciben como si fueras de la familia. Sin duda, ¡volvemos cada vez que podemos! Si lo que te preocupa es el precio, aquí conseguirás un sitio con buenas vistas, y que, además, es adecuado para niños.
Y si andas por la zona, ¡no te pierdas el cocido lebaniego y los torreznos! Es lo mejor. Me atrevería a decir que son los mejores de todo el valle. Te lo recomiendo encarecidamente. Ah, y si buscas un lugar para hacer una escapada, Potes está a solo unos 30 minutos en coche de la Posada El Hoyal. Así que, ¡motívate y planifica ya tu próxima visita!
Cuál es la distancia del Monasterio de Santo Toribio de Liébana a la Posada
La verdad es que no puedo dejar de hablar de Posada El Hoyal; es todo un descubrimiento. El restaurante es la joya de la corona, ¡y eso que no me he quedado a dormir! Pero lo que vi me dejó con ganas de más. Cada visita se convierte en un festín gracias a la excelente cocina que ofrecen. Y si conoces a Óscar, ya sabes que la atención es de 10. Siempre está pendiente de que no te falte de nada, sin importar lo lleno que esté el comedor. La forma en que maneja todo con calma y una sonrisa es admirable.
Y qué decir de la decoración del lugar. Es como un viaje al pasado, pero con todo el confort moderno. Las habitaciones son un remanso de paz, perfectas para relajarse después de un día de exploración. Imagina despertarte y tener tu propia terrazita con vistas al jardín, donde disfrutar del primer café de la mañana. El baño tiene de todo, hasta un secador de pelo, que siempre es un plus. Si estás buscando una escapada romántica o simplemente un lugar acogedor donde relajarte, esta posada lo tiene todo.
Recuerdo cuando fui con mi pareja, ¡qué agradable fue! Calma, buen servicio y comida deliciosa. Éramos capaces de olvidarnos del estrés de la ciudad en un abrir y cerrar de ojos. La ubicación es ideal, cerca de Potes pero lo suficientemente alejado para que puedas disfrutar de la tranquilidad del entorno. No hay duda: queremos repetir porque es ese tipo de lugar donde te sientes como en casa.
Y si te gusta caminar, estás de suerte. Desde la Posada, puedes explorar las rutas de la zona y luego descansar en la piscina, ya que está situada en un entorno que da ganas de quedarse. Además, después de un buen día de senderismo, no hay nada mejor que una cena que sorprende por su cuidada elaboración. La atención amable del personal te hará sentir que estás en casa, y eso a un precio más que razonable.
Ahora, por si te lo preguntabas, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana está a solo unos pocos kilómetros de la Posada. Es un sitio perfecto para hacer una parada si estás de paso y quieres apreciar algo de la historia local. ¡No te lo pierdas! Visitarlo antes de volver a la cozy Posada sería un cierre perfecto para el día.
Qué tipo de alojamiento ofrece la Posada El Hoyal
Y hablando de esas cenas, déjame decirte que el restaurante de la Posada El Hoyal es espectacular. La cocina es increíble, desde los entrantes hasta los postres. Los saquitos de queso y gambas son una maravilla, y el hojaldre con huevo, foie y jamón te deja boquiabierto, ¡pero lo que realmente te roba el corazón son las torrijas! Si estuviste buscando un lugar donde cenar que valga la pena, aquí es donde tienes que ir. Te aseguro que no te decepcionará, y aunque hay muchos restaurantes de alto standing, este lo supera con creces. Esto es trabajo bien hecho con amor.
Además, el ambiente es super acogedor y precioso, lo que añade un extra a la experiencia. Óscar y su familia te hacen sentir como en casa, y eso es algo que realmente vale la pena mencionar. Las habitaciones están perfectamente limpias y muy bien cuidadas, todo en el hotel respira atención al detalle. Después de un día explorando el valle de Liébana, volver a un lugar donde te tratan tan bien es una delicia.
Y, aunque no te alojes allí, si das con el Hoyal en tu camino, no dudes en parar a comer. El cocido lebaniego es sublime y la carne está cocinada a la perfección. Es un sitio muy recomendable si buscas un momento de paz en un entorno bucólico. ¡Te alegrarás de haber hecho esa parada!
¿Y qué te ofrece la Posada El Hoyal, en concreto? Pues, es un hotel de 1 estrella en el corazón de Cantabria, situado en un lugar estupendo para visitar la zona de Liébana. Las habitaciones son muy limpias, cómodas y te garantizan un buen descanso. El trato del personal es excepcional, y no hay nada mejor que empezar el día con un desayuno abundante y delicioso. Sin duda, un sitio ideal para disfrutar de unas vacaciones con amigos o en pareja.
Cuántas habitaciones tiene la Posada El Hoyal
La Posada El Hoyal realmente nos sorprendió por lo acogedora que es. Desde que llegamos, los dueños son un encanto, siempre dispuestos a ayudarte con una sonrisa. Se nota que cuidan cada rincón del lugar; todo está impecable y bien mantenido. Además, su restaurante es un verdadero hallazgo. La comida es local y tiene una relación calidad-precio excelente. El desayuno, sinceramente, es uno de esos que se te quedan grabados. Pan y bizcocho casero, croissants súper frescos y un zumo de naranja natural que es casi un tesoro hoy en día. Y no puedo dejar de mencionar el café, que es de esos que te despiertan el alma.
Y si hablamos de la piscina, ¡vaya que sí! Aunque no es gigante, hay un área de solárium para disfrutar del sol y también una parte sombreadita para relajarse un poco. Ideal para un chapuzón al final del día después de haber estado explorando la montaña. El espacio está pensado para que puedas desconectar, y, además, hay tumbonas suficientes para todos. Y, por cierto, la zona de aparcamiento es más que adecuada, lo cual siempre es un detalle a considerar cuando viajas con el coche.
En resumen, si buscas un sitio donde disfrutar de la tranquilidad y el paisaje del entorno, la Posada El Hoyal es muy recomendable. Con habitaciones bien cuidadas que contribuyen a la experiencia, este lugar es perfecto para unas vacaciones en grupo o en familia. Por cierto, para los que se lo pregunten, la posada tiene un total de cinco habitaciones. Así que si alguna vez decides visitarla, ¡estás en buenas manos!
Hay instalaciones para relajarse en la Posada
Ya ves, nos alojamos en la Posada El Hoyal durante 5 noches y fue una experiencia muy agradable. La habitación era estupenda, con unas vistas preciosas que te dejaban sin aliento. La cama, ¡uff!, tan cómoda que te despertabas sintiéndote renovado, y el baño completo hacía todo más fácil. Pero lo que realmente nos conquistó fue el desayuno: rico, variado y abundante, sin duda, no necesitabas almorzar antes de comer con todo lo que te ofrecían. Y la cena, ¡madre mía!, los platos de la carta estaban muy bien presentados y con un sabor exquisito. El personal hizo que nos sintiéramos como en casa, siempre cordial y amable. Esto es lo que se necesita para desconectar de la rutina, ¿no crees?
Además, la tranquilidad del lugar es algo que no tiene precio. La habitación era coqueta y, al tener vistas al monte, parecías estar en medio de la naturaleza. Un detalle que me encantó fue el café del desayuno; se notaba que estaba muy bien hecho. Al final, un 5/5 en habitaciones, servicio y ubicación. ¡Impresionante!
Aprovechamos que estábamos de paso por Pesaguero para hacer un alto en nuestro camino lebaniego, y no nos decepcionó. Desde el primer momento, el trato fue excepcional. No tenían comidas preparadas y, como hacía falta tiempo para la cena, el dueño, Óscar, se ofreció a prepararnos un excelente picoteo de ibéricos. La tarde se pasó volando en una charla amena con él, que realmente se preocupaba porque estuviésemos cómodos. Totalmente recomendado.
Ahora, no todo fue perfecto. Hay ciertas cosas que pueden ser un poco molestas, como que la habitación tenía una bañera mal posicionada y sin cortina, lo que dificultaba las cosas al ducharte. Y sí, hay animales de granja cerca que, aunque son parte del encanto rural, daban algo de ruido durante la noche: ocas, gallos, y hasta un perro ladrador. Para nosotros, que queríamos descansar, fue un poco complicado, especialmente con las ventanas abiertas por el calor. Así que no esperes silencio absoluto, que el campo tiene su propia melodía.
En cuanto a las instalaciones para relajarte en la Posada, pues sí, hay un par de cosas. Pero, como tienen el restaurante que solo abre para desayunar o cenar, si quieres comer a mediodía, tendrás que coger el coche y buscar algún sitio cercano. Así que un poco de planificación en cuanto a las comidas puede ser útil. Pero, si buscas desconectar y disfrutar de un paisaje espectacular, El Hoyal es una opción genial, ¡no te arrepentirás!
La Posada El Hoyal tiene piscina
Y si estás pensando en la Posada El Hoyal, déjame contarte que es un lugar que se siente como un pequeño refugio. Las habitaciones son sencillas pero la limpieza es de primera, así que te sentirás a gusto desde el primer momento. Lo que realmente destaca, sin duda, es la piscina en medio de la naturaleza. ¡Es perfecta para refrescarse y disfrutar del sol en las hamacas! Imagínate ahí, con una buena lectura y el sonido de la naturaleza rodeándote. No hay nada mejor para desconectar un rato.
Ahora, en cuanto a la comida, el desayuno es otro rollo. Tienes un menú que no está mal: zumo de naranja natural, café recién hecho y pan tostado con tomate y mantequilla, además de unas mermeladas que están para chuparse los dedos. Ah, y no te olvides de probar los frisuelos lebaniegos, son típicos de la zona y vienen con miel y azúcar; ¡una delicia! El precio es razonable, eso sí, ten en cuenta que a mí se me hizo un pelín excesivo, pero al final, ¡sí que mereció la pena!
Y si eres peregrino como algunos de los otros huéspedes, escucharás las ocas que rondan por la zona, pero para ser sincero, por la noche pueden resultar un poco molestosas. A pesar de eso, si buscas un lugar tranquilo, este hostal rural es una maravilla. Con amplios espacios y un aparcamiento cómodo, tienes todo lo que necesitas para una escapada. ¡Ah! Y si llegas al restaurante, no dudes en pedir las croquetas y no te pierdas el helado de queso y la torrija de postre, son imperdibles.
Y ya que lo mencionas, sí, la Posada El Hoyal ¡tiene piscina! Así que prepárate para dar unos chapuzones después de un día explorando la belleza de Cantabria. ¡Es el plan perfecto!
Se puede disfrutar de servicios gratuitos en la Posada, como wifi
Y hablando de nuestra experiencia en la Posada El Hoyal, ¡qué acierto fue elegir ese lugar! El fin de semana estuvo increíble. Desde el momento en que llegamos, el apartamento estaba en perfecto estado y súper limpio, lo que siempre se agradece. La atención del personal fue de 10, y ya con solo echar un vistazo al entorno, uno se da cuenta de que está en un lugar especial. Rodeados de animales, el ambiente era tranquilísimo, perfecto para desconectar del estrés diario.
Y la comida... ¡madre mía! Si solo te pasas por el restaurante, no te arrepentirás. Probar platos típicos de la zona como el cocido Lebaniego y el cachopo fue toda una delicia. El hojaldre y el solomillo relleno de queso nos dejaron con ganas de más, y los postres caseros, wow, ese flan de queso era algo más que espectacular. Te lo digo, los postres, especialmente la tarta de tres chocolates, son un must. Por cierto, todo esto a un precio bastante razonable, lo que la hace aún más atractiva para una escapada.
En cuanto a los servicios, ¡no hay de qué preocuparse! La Posada El Hoyal ofrece wifi gratuito, así que puedes estar conectado sin problemas. Es ideal si decides hacer un paréntesis en tus aventuras diarias y compartir tus fotos del rincón de Cantabria donde te encuentras. Esta combinación de buena comida, atención personalizada y la posibilidad de estar en línea la convierte en una opción que deberías considerar para tu próxima escapada. ¡Definitivamente volveremos!